miércoles, 12 de junio de 2013

El encuentro con Jesús

En el post anterior se explicó el que el hombre siempre tiende a hacer el mal, y esto es inevitable. Ahora solo quedan tres actitudes que se pueden tomar al comprender esto: la primera, es la persona que se hará la víctima, el decir ¿yo malo?, por favor, si a mi es al que las todos me odian, ellos son los que me ofenden, etc. Estas personas creen que son mártires en vida, han visto demasiadas novelas en tv, y cosas por el estilo, y empiezan a creer que el Papa debería ir a su casa a canonizarlos.
La segunda es la persona que se autocompadece al leer esto, cree que todo en su vida está mal, y que no tiene remedio, se da cuenta de todos sus errores y se queda paralizado, con miedo y dolor.
La tercera es la mayoría de la gente, ni siquiera le importa, si es malo o bueno, le da igual, él seguirá con su vida, a pesar de todo, y poco le importará hacer una mejora.

Ninguna de estas actitudes es buena, ni saludable. La actitud que se debe tener, es aceptarlo en primer lugar decir: si tengo carencias fuertes, no soy perfecto, tengo errores como todos. En ningún momento debe existir una actitud de soberbia, de decir, yo puedo salir por mis propios medios; siempre debe existir una actitud de completa humildad y disposición, además de paciencia. Aceptar los errores y salir adelante, buscar caminos para un verdadero cambio.

Pero antes veamos varios conceptos del cristianismo católico, lo que se habló en el post anterior de la maldad se le llama pecado, y es algo que todos tenemos en lo más profundo de nuestro ser. El cambio de actitud, el querer salir de esa situación se llama conversión, el aceptar a Jesucristo como único Señor de nuestra vida para sacarnos del pecado se llama fe.

Ya hablamos un poco de pecado y de conversión; ¿pero la fe que es?. Es un acto libre del hombre que se esfuerza en creer las cosas que no ve. ¿Qué son esas cosas que no se ven?. Para empezar no podemos ver el aire, ni nuestro corazón, pero podemos decir que están allí porque los sentimos. De igual forma no vemos ni a Dios, ni sus promesas. Pero lo podemos sentir, este sentir tiene dos fases: la primera es dejar tu vida en manos de Dios, dejas de racionalizar si es bueno o malo dejar tu vida a alguien a quien no ves, pero tienes la confianza de que es tu Padre que está en el cielo, que no te va a dejar caer, que te sostiene como el más preciado de sus hijos, y es en esta confianza que nace la fe.


La fe es un acto de comprensión del otro, es llevar nuestras penas, nuestros sentimientos, emociones, dolores, alegrías, etc, al otro, a Dios, que es nuestro Padre, que sabemos que podemos confiar en él ilimitadamente y por eso confiamos en él, porque después de todo, al ser nosotros limitados necesitamos de alguien ilimitado en quién confiar.
Sólo en la fe se llega a comprender a Dios, es desde ese punto en que lo vemos tal cual es, cuando llegamos a entender su amor, su grandeza, su gloria.
De esta forma la fe llega a su segunda fase: la comprensión, no es un acto irracional de creer en lo primero que me llegue, ni tan solo es puro sentimentalismo, es un constante comprender, un acto que implica a la inteligencia también, se comprende los sentimientos de Dios, su voluntad y su amor en mi vida. Esto es el encuentro con Dios, la forma de comprenderse mutuamente dos voluntades diferentes, y sin embargo tan unidas.
Vemos a un Dios que se interesa por tu vida, que le importa lo que comes, lo que haces y lo que no, que esta al pendiente de ti siempre.
Solo en la fe se vive, porque empiezas a entender que lo que te pasa diariamente no es un acto del azar o del destino, es en primer lugar la gran obra de Dios en tu vida, es el acto de amor haciéndose presente.


Dios no es en primer lugar juez, es Padre, y lo es contigo que te ama, con todas tus limitaciones, pecados y errores. Es por eso que tenemos un motivo real para superarnos, porque somos el amor de Dios hecho carne. Somos creados por el amor, con el único fin de dejarnos amar por él.
El mal es irracional, incomprensible y no tiene justificación, pero Dios es racional, se puede comprender y es amor en acción.
Para qué seguir buscando en tu vida: las respuestas están en él. Ya deja de seguir buscando en otras cosas, solo él es el principio y fin de tu vida. Y si, todas las respuestas están en él, incluso las de lo absurdo del mal.

Esta es la forma de dejarte encontrar por él: dejándote amar por él. Y si, tiene sentido tratar de ser mejores, no porque Dios nos ame más o nos deje de amar, sino que nosotros experimentamos más transparente su amor, más intenso.

Recupera lo que habías perdido y no pierdas más tiempo, por él vale la pena hasta los sufrimientos más terribles.

lunes, 10 de junio de 2013

El misterio del mal... ¿en el hombre?

Hay algunas preguntas trascendentales que se ha hecho el hombre desde que vino a la tierra: ¿De donde venimos? ¿Cuál es nuestro propósito? ¿Por qué estamos aquí?
La mayoría de esas preguntas tienen su respuesta en la auténtica verdad que es Dios mismo, pero hay otras que parecen no tener respuesta racional.

Conforme fue pasando el tiempo el hombre se dio cuenta de que su vida, no era lo que esperaba que fuera, es decir, encontró el dolor y la muerte. Luego fue encontrando otros males aún más graves y más incomprensibles: la injusticia, la enfermedad, la mentira y la manipulación.
De éstos surgió el objetivo real del mal: la desesperanza y la falta de sentido.
Y lo que había de hermoso en la vida se convirtió en algo secundario y hasta surrealista.



La existencia del mal es un misterio que no se puede resolver con simples razonamientos. Es una prueba de la fragilidad del hombre, una prueba de que su existencia siempre está amenazada por fuerzas que desconoce.
Por mucho que parezca parecer erróneo, pero el misterio del mal está ligado íntimamente al misterio del hombre. No es que el hombre sea malo por naturaleza, pero lleva la debilidad en su carne, lo que quiere decir que siempre estará amenazado por lo que le rodea.

Sin dar tantos rodeos podemos decir que el hombre tiene en sus entrañas el mismo misterio del mal encerrado. Y que lo único que existe para liberarlo es la misma presencia de Dios, pero antes tiene que pasar por un proceso de “cambio de corazón” es lo que se conoce en el cristianismo como conversión. La conversión sólo puede ocurrir por dos razones: la primera es cuando se ve amenazada la seguridad temporal del hombre y su existencia se encuentra al borde de la nada, es decir, ve cuán pequeño es su universo y descubre que su existencia se está desmoronando y por primera vez recurre a una fuerza ajena a él mismo: el alcohol, la pornografía, el sexo, la droga, el juego, o en el mejor de los casos ayuda. Si busca acercarse a Dios, que es la verdadera esperanza, tendrá un encuentro verdadero con Jesús y su vida cambiará.

La segunda es cuando se tiene un encuentro con el Señor Jesús; ésto también se da en el primer caso, solo que en este no es necesaria una catástrofe o crisis para hacer cambiar al hombre.

Si el misterio del hombre está aferrado al hombre, eso quiere decir que no existe nada que lo haga “bueno”, vamos a pensar en un avión que no puede sumergirse en el agua, o en un barco que no puede volar. Así es el hombre, no puede hacer el bien. Que fuerte suena, pero es la realidad, cuando se hace un bien es más superfluo que una conversación sobre quién ganó el partido de ayer.

El hombre por alguna razón está incapacitado para hacer el bien, sólo se busca así mismo, y así, todo el bien que haga está en proporción al bien que me genera a mi mismo.
Sólo necesitan observarse un poco, y verán que realmente no están buscando la satisfacción del otro, sólo se buscan en el otro.
A veces ni eso, se hace el mal y punto. Se siembran problemas que no existen, se busca arruinar la paz del compañero haciéndose el chistoso, se busca ligar a la chava más guapa para tener sexo, se busca llegar al primer lugar de una carrera para satisfacer una herida causada de la infancia, etc.
Me van a decir que eso no tiene nada de malo, que eso es normal, pero no, la verdad es que si eso fuera normal el mundo sería perfecto con sus “errores” y no lo es.
Porque esos errores al hacerse, dejan a la persona a merced de sus pasiones, que son la fuente del mal, cada vez que la persona “sacia” su necesidad de ego, diciendo un chiste que ni al caso para hacer sentir al otro mal, le está dando alimento a esa fuente y se va haciendo más grande. Y mientras más grande, la persona más terrible se vuelve, hasta convertirse en un depredador ¿por qué?: porque necesita alimentar su fuente de ego para sentirse bien, es decir, cada vez tiene necesidad de hacer cosas más graves (gratificantes), aunque ocultas.


El robar es un mal social, pero no se comenzó robando un banco, a lo mejor sólo el lápiz del compañero. La mentira es un mal social también, pero no se comenzó manipulando a un país entero, se comenzó diciendo a la mamá que ya se bañó y no es verdad.
La injusticia es el mal del pueblo, pero nadie comenzó siendo un tirano en su puesto de gerente, comenzó llegando tarde y siendo irresponsable.
Ojo, si no hacemos un mal más grave, no es porque no tenemos ganas de hacerlo, es porque no tenemos la oportunidad.
Claro que hay gente que no lo haría, aunque tuviera oportunidad, pero es gente que tiene más ganas de salir adelante que el resto.

¿Y esto es el mal? ¿que no tenía que ver con bombas atómicas estallando en Hiroshima? ¿O con el narcotráfico y la violencia en México? o ¿con la muerte de mi perro por mano de mi vecino? Pues esto sólo es el reflejo de lo que hay dentro del hombre, no es menos malo por ser más oculto, están al mismo nivel de maldad.
Qué triste, porque según este razonamiento estamos diciendo que somos tan malos como el que vende cocaína, o como el que trafica armas.
¿Exageración? Si pudieras ver tu alma, no verías un campo de rosas precisamente. Esto es lo peor, no eres consciente del mal que haces diario.
Tan siquiera los que tiran bombas lo saben ¿pero tú, que sólo te dedicas “a ser feliz” y a vivir?.

Entonces una vez más, el mal no se quita siendo bueno, no se puede desarraigar del humano, la única persona que lo puede desinfectar es Jesucristo.
El encuentro con Jesucristo es la única forma de tener una verdadera conversión.
Bueno y ¿como es un encuentro con Jesucristo?. Primeramente tienes que reconocer que eres incapaz de hacer algo bueno por ti mismo, tienes que comprender, que eres por debilidad malo, no porque quieres serlo, sino por incapacidad de ser bueno, que conste.
Una vez reconocido, esto te será mucho más fácil tener un encuentro con Jesús, que es la fuente de todo bien.
Bien, es todo por hoy, en el próximo post voy a explicar en qué consiste éste encuentro con él.

A propósito, hay una novela que me gusta muchísimo que se llama “El señor de las moscas” que habla del mal. Es muy interesante ver que los niños que vivieron en la isla estaban sin “moldear” por la sociedad, es decir, en apariencia eran puros por ser inocentes, pero el mal apareció de la “nada”.
A sacar sus propias conclusiones...

miércoles, 29 de mayo de 2013

Agua y sal (Parte II)


La esencia de la civilización
Existen diversas teorías que nos llevan a imaginar, cómo debería ser la civilización ideal. Se han escrito libros que hablan de una utopía, de un lugar en el que cualquiera quisiera vivir. Filósofos como Platón han descrito la ciudad ideal. La ciudad de nuestros sueños.

Pero ¿de verdad es posible que exista algo así? ¿como humanos no estaremos forzando demasiado nuestra imaginación, llevando nuestras imperfecciones y limitaciones a un lugar cómodo, donde puedan parecer menos graves?

Se dice que al principio de los tiempos, existió una ciudad muy antigua llamada la Atlántida, la cual, tomó Platón de ejemplo, para verter todas sus ideas de cómo debía ser la ciudad ideal, como debían ser los gobernantes y las jerarquías, las estructuras y la población. No podemos saber si ésta ciudad era perfecta o no, o incluso si existió, pero podemos imaginarla, como el principio de una ciudad perfecta.


Ahora, si suponemos, que si era una ciudad perfecta y existió (que ya están encontrando evidencia científica de restos de una ciudad hundida), podemos sugerir, apoyándonos en la historia, que no ha existido otra ciudad perfecta como la Atlántida. Pues todas las ciudades o civilizaciones que conocemos, han tenido errores. Pero cuál es la diferencia, lo que hace que esa ciudad sea perfecta y la nuestra no. Quizá la principal sea, que sólo es un cuento. Pero quizá sea algo más relevante, algo que no alcanzamos siquiera a imaginar, debido a nuestro conocimiento limitado. Y si es así, entonces eso, que no alcanzamos a comprender, ¿lo podríamos traer aquí, a nuestra época y hacer de la ciudad perfecta, una realidad?

Y ¿cual es, en realidad el ingrediente principal de una ciudad perfecta? ¿cómo se define? ¿como debe ser? La respuesta no es tan sencilla, pues cada quién tendría su propia definición. Algo en que la mayoría coincidiría es que la ciudad debiera ser armónica por naturaleza, es decir, nada de hipocresía, ni cosas ocultas. Una ciudad en donde la gente de verdad se conociera y amara.

Si ésta es una ciudad ideal y lo sabemos, ¿por qué seguimos comportandonos como se nos da la gana y no como quisiéramos que fuera?. Igual que sucede con la mayoría de las familias, sabemos cuáles son las características para ser una familia armoniosa, pero no tenemos ni la menor idea de cómo empezar a llevarlas a cabo. Si esto sucede con las familias, que son las células de la sociedad, entonces la sociedad en sí ya está mal.

Ahora, ¿existe una manera de revertir todo esto? es decir, ¿de volver a tener la esencia que tuvo en un principio la Atlántida?. Quizá, la razón por la cual, todavía no somos capaces de poner en práctica todo esto, de ser la persona, la familia, la sociedad que quisiéramos un día ser, es porque nos hace falta ésto, que tenía muy claro la antigua civilización.

Si suponemos que existió una ciudad, que tenía todas las cualidades buenas, que quisiéramos para nosotros mismos, pero, no somos capaces de hacer realidad; entonces vamos a decir, que ésta primera civilización, es la madre de todas nuestras culturas conocidas, desde la prehistoria. ¿Por qué? porque si suponemos, que todos nuestros deseos de ser cada día mejores, los tenía una cultura muy antigua a la nuestra (pero que por alguna razón todo eso se perdió con ellos) significa que lo que ellos perdieron, pudo ser nuestro, de no ser, porque no les importó conservarlo y lo que anhelamos es una forma de recordar, o imaginar lo que pudimos ser, o podemos llegar a ser.
Es como unos padres que le cuentan a su hijo, que él desciende de sangre noble, y que en tiempos de sus tatarabuelos, tenían una casa que era un palacio, y se rodeaban de gente igual de noble. El niño siempre anhelará tener esa vida, porque actualmente todas sus riquezas, son sólo un recuerdo, y siempre tendrá esa sangre “pura”, que le impulsará a comportarse como sus abuelos y tatarabuelos, para alcanzar esa riqueza perdida.

Si ésto es así y poseían las características que nosotros deseamos: de que entre ellos se amaban y vivían en perfecta armonía con la naturaleza, entre ellos, consigo mismos y con Dios, entonces llegamos aquí al punto central de nuestra discusión.

Este vivir en armonía con la creación y con los demás seres humanos no se dio por casualidad, ni por puro azar, ni porque sí, tuvo que existir algo o alguien que les hiciera comprender. Comprender que: para estar en armonía consigo mismos, tiene que haber un perfecto conocimiento de uno como persona individual. Para estar en perfecta armonía con los demás, tiene que haber un conocimiento verdadero de la humanidad, como sociedad que se mueve siempre hacia un fin, un objetivo en común; tienen que saber perfectamente porque están en la tierra, cuál es su objetivo, quién los puso allí, de donde vienen.
Para estar en armonía con la creación, deben comprender su objetivo, cuál es su causa y su razón de existir, ésto es, la razón de existir de la naturaleza, del viento, del mar, de la tierra, de los animales y finalmente del universo como un todo.
Y finalmente para estar en armonía con Dios, se tiene que saber que todo viene de él, que él es el sumo bien que los creó, que les dio la vida, el sustento, los deseos, sus potencias y todo lo que ven sus ojos.

Entonces decimos que éstas personas tenían un conocimiento profundo de todo cuanto los rodeaba y no les faltaba nada. Que ellos tenían a Dios en el centro de sus vidas, que para él vivían. Que Dios era Todo en todos. Que su vida era para servirlo y adorarlo, y por lo tanto,  todo tenía su justo orden, su justa belleza, su justa armonía.
Y verdaderamente, el universo era bello y no había dolor, ni enfermedades, ni la naturaleza estaba desequilibrada, ni creaba desastres.


Esta es la razón por la cuál, no podemos llevar la vida, o la sociedad que quisiéramos, pues todo a nuestro alrededor está invertido, confuso, desequilibrado. Dios no es nada para nosotros, ni significa nada. Y así se pierde todo lo que hay de bello en la creación, lo que debiera ser nuestro fundamento, se convierte en nuestra carga y así la civilización está en decadencia y lo que queda, es el medio para convertirse en tiranos de nuestra propia casa y de nuestra propia especie.

La civilización perfecta se puede conseguir una vez más y se puede llegar a crear, pero no será por medio de la violencia o la ciencia, será como siempre fue: Dios será Todo en todos...

martes, 28 de mayo de 2013

Agua y sal


¿Qué es la civilización? ¿Qué son las estructuras sociales? ¿Qué sentido tiene crear las estructuras, sobre las que están cimentadas nuestras ideas y nuestro mundo? ¿Puede el mundo sostenerse sin todo lo que hemos creado? Cuáles son las respuestas que nos dan los sociólogos o los filósofos... pero, y, ¿si ésto no fuera más que un espejismo, para olvidarnos del enorme vacío que nos rodea y nos amenaza constante y permanentemente?
Hemos creado casas, edificios, puentes, ciudades y todo para sentirnos parte de algo, para sentir que tenemos un hogar, que estamos protegidos, pero de qué. Es que el mundo salvaje de afuera nos asusta, tenemos miedo de que lo salvaje de afuera, entre en nosotros. Y que es lo que hay afuera sino un enorme masa de nada, de vacío, incluso en analogía con el universo mismo, afuera del planeta Tierra, lo único que hay es una extensión de infinito, vacío y soledad. Lo que vive afuera es el completo desamparo de la falta de normas, de la falta de racionalidad y de sentido.  La gente se siente más segura mientras más sólidas sean las estructuras en las que se desenvuelve constantemente, mientras más sólidos sean los modelos, las leyes, la sociedad. Porque le da la sensación, de que este lugar en el que vive, no es solamente un refugio, sino es, verdaderamente un hogar; es, su hogar; en el que puede sentirse pleno y seguro.
Es la sensación de que esto, creado por el hombre, es eterno y no sólo sirve para un rato, sino que es para siempre, y siempre que se busque, estará ahí para nosotros. Esta es la promesa de nuestra civilización, en la que confiamos todos los días, que nos protegerá para siempre, que nunca nos defraudará, que siempre que la necesitemos y aún cuando no, estará allí para darnos seguridad y paz.
Pero, y si todo fuera una ilusión, que pasaría si en lo que confiamos, con la sencillez de la costumbre de la vida cotidiana, nos defraudara un día. Vivimos tan inmersos en este clima de comodidad por la vida civilizada, que nos hemos olvidado que en realidad, este no es nuestro fin, que sólo estamos de paso, que nuestra meta es trascender nuestras fronteras terrenas, hasta llegar a lo divino, a Dios. Y qué pasaría si un día todo en lo que hemos puesto nuestra confianza, se derrumbara. Al fin y al cabo toda esta creación, tardó siglos en llegar al culmen, que es, donde estamos ahora, todas las comodidades y herramientas a nuestro servicio, como en ninguna época anterior. Todo el desarrollo tecnológico en nuestras manos. Es ahora cuando debemos comenzar a pensar, que se hará cuando lleguemos al punto de no retorno, cuando se consuma nuestra energía, cuando la guerra haga su aparición una vez más en el mundo, cuando los recursos naturales, con los que hemos subsistido, comiencen a escasear, cuando la tolerancia del siglo se desvanezca de la misma forma que apareció; cuando lo salvaje de afuera, entre en nosotros. Y qué nos ocurrirá entonces a nosotros, como comunidad, como humanos, que buscamos siempre lo que mejor nos conviene.
No estamos atados a esto, no tenemos porqué depender todo nuestro vivir, de lo que nos rodea, de las estructuras invisibles, que en cierto modo actúan en nosotros de manera automática. El único límite, que impide que pasemos de lo civilizado, a lo salvaje y que comencemos a andar por ahí, haciendo lo que nos dé la gana, o robar lo que se nos antoje, o empezar a destruir todo, y que el caos sea general; es precisamente el ambiente que hemos creado, esto que se llama civilización; esta estructura invisible, que rige todo lo que llamamos creación humana y sociedad. Pero no tiene que ser eso lo que nos rija, porque es una barrera muy delgada y cualquier cosa la puede romper, pues el hombre, siempre quiere ser libre.
Lo que tiene que regir nuestra vida, de principio a fin, no son las normas, las reglas, la sociedad, el que dirán, el miedo, la vergüenza, la costumbre, la desesperanza, etc.
Tiene que ser, lo verdaderamente sólido, lo que es eterno, lo contrario a lo temporal, lo que nunca muere, lo que es para siempre, eso es DIOS, siempre DIOS. Y cuando como humanidad, hayamos entendido esto, quizá entonces la civilización, no sea un espejismo, sino la herramienta para desarrollarnos como personas.
La desmaterialización de nuestra sociedad es, un proceso inevitable: si no comenzamos a hacer algo, veremos lo que muchos pueblos en la tierra han visto. Pues así como han caído todos los grandes imperios invencibles, como, el imperio egipcio, romano, babilónico, el gran imperio austro-húngaro, el imperio otomano, el imperio socialista; así también caerá la sociedad moderna, con todo su esplendor y sus maravillas modernas tecno-científicas, todo se desmoronará. Pero no será para nuestra ruina, sólo es para despertarnos, porque hemos estado dormidos demasiado tiempo...
(Reflexión inspirada en libro “El señor de las moscas” de William Golding)

martes, 2 de abril de 2013

Agua convertida en pantano

Primer Paso de AA
Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.

Los doce pasos de AA sirven para ayudar no solamente a los alcohólicos, también pueden ser de gran ayuda para todos aquellos que su vida ha quedado estancada, o que se encuentran sin fuerzas para continuar en el camino.

Cualquiera puede seguir estos pasos para mejorar su vida, siempre teniendo en cuenta que nada es para siempre y que la situación de crisis que a veces llegamos a experimentar no es para siempre, solo es un bache para mejorar.

El primer paso es "Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables." Esto lo que significa es que llegamos a un punto en que nuestra vida se volvió demasiado oscura y demasiado frágil, ya sea por algún vicio o por alguna situación extrema que nos dejó paralizados.

Sólo reconocemos que necesitamos ayuda cuando estamos atrapados en el fondo de un abismo que no le vemos fin. Cuando ponemos en retrospectiva nuestra vida y nos damos cuenta que ya no tiene el mismo sabor de antes, la misma energía, cuando vemos que lo que rodea nuestra vida es sólo un hueco que intentamos llenar con nuestros vicios.

Cuando entendemos que estamos tocando fondo, que todo lo que comemos o bebemos, lo que reímos o lo que hacemos es ceniza en nuestra boca, es cuando comenzamos a comprender que quizá nuestra vida está desperdiciándose.

Como reconocer semejante realidad, que estamos completamente inutilizados por algún vicio que nos tiene agarrados y no existe poder humano para soltarnos. Que todas nuestras decisiones giran en torno a ese vicio y lo peor, es que no podemos hacer nada para zafarnos de aquello que nos tiene atados.
Una realidad que en verdad es aplastante; cuando nos creíamos invencibles y decíamos que a nosotros nada ni nadie nos controlaba, que éramos los auténticos dueños de nuestras vidas.
Cuando tantas veces habíamos salido victoriosos de los peligros mas duros que hayamos enfrentado.

Solamente quién toca fondo es el que luchará para salir del abismo y volver a tener una vida digna.
¿Que síntomas puedes tener cuando tu vida se te está acabando? ¿Puedes dormir?
 ¿Siempre tienes sueño? ¿Envidia constante? ¿Conoces la verdadera paz? ¿Que piensas cuando estas solo?
¿Sientes Angustia, Miedo?  ¿Cuando fue la última vez que sonreíste autenticamente por algo que no estuviera centrado en ti?

¿De verdad te vas a seguir negando que tu vida no es como tu quisieras?
¡Vamos reconócelo, solo vives en la superficie!
No sabes vivir. En verdad sólo estás dormido, existe una realidad bastante amplia que no alcanzas a percibir.
No tienes idea de a donde vas. Sólo tienes que reconocerlo y dejar atrás la soberbia y la autosuficiencia.
Ni siquiera eres capaz de mirarte en el espejo, porque por dentro no te conoces, ni tienes idea de quién eres.

De eso se trata el primer paso de AA, de entender que no estamos pasando por una crisis más, que estamos ante una situación de vida o muerte, que si no cambiamos nuestra forma de pensar, terminaremos mal.
No porque no tengas problemas de alcoholismo significa que tu vida sea genial.

Déjame decirte que sólo estas atrapado en una coraza y esa no te deja ver lo miserable que eres.
Que duras palabras, pero hay algo que la vida me enseñó con dolor y es que el vivir así mata de una forma que no te imaginas siquiera, es un tipo de dolor que no se siente, porque es más silencioso, como el cáncer, que solamente duele cuando el daño es irreparable.

No hay peor ciego que el que no quiere entender, pero cuando reconoces que tu vida simplemente está mal, ya has dado el primer paso hacia la vida.

Antes de continuar con el segundo paso te dare el link para que puedas leer todo sobre los doce pasos de AA
http://www.asociacionantidroga.org.ar/gacetillas/12pasos.htm

¡¡Buena Noche!!

martes, 12 de marzo de 2013

Viento y marea

Les muestro un primer video de Gorilaz se llama Feel Good Inc, lo que se muestra en este video es muy semejante a lo que ocurre cuando una sociedad se deja llevar por los medios, por el placer, por lo que opinan las televisoras, por lo que nos venden.
Se muestra una torre en el cielo que lleva el nombre de "Feel Good Inc" sentirse bien, ese es el "paraíso" que nos han fabricado para sentirnos mejor en medio de toda la turbulencia existente.
Este "paraíso" consiste en toda clase de métodos para mantenernos dormidos, e incapaces de reconocer lo que de verdad ocurre.

En el video adentro de la torre existe un mundo de gente que está durmiendo en una gran sala con iluminación artificial parecida a la de los antros; algunas personas están fumando otras están bebiendo, pero ninguna se ve consciente de lo que en realidad está pasando.
Luego se ve al personaje llamado 2D despierta y comienza a gritarle a la gente por un megáfono que despierten, luego se ve que al llegar al aextremo de la torre se asoma por la única ventana de la habitación y mira hacia afuera como esperando ver algo de esperanza.

Luego se ve un molino de viento que va volando en medio de las nubes y se alcanza a ver que es perseguida por dos helicópteros. Luego la pantalla de la habitación se enciende y aparecen unos tipos insultando a 2D y a su amigo Murdoc que también se despertó y ahora está tocando la guitarra.
Estos tipos de la pantalla les dicen que no pueden luchar contra ellos que son mucho más fuertes y que todo esfuerzo es inútil. Luego se va a 2D haciendo movimientos involuntarios como si fuera controlado por lo que le dicen desde la pantalla.

Muchas veces ocurre así en la vida, hay gente que quiere provocar un cambio positivo, que quiere de verdad hacer entender a la gente que lo que viven es un "sueño", que hay un mundo afuera de la torre de Feel Good Inc que es realmente la libertad, pero parece que la gente solo le importa su propio placer.

Luego se ve a 2D recuperando el control de su propio cuerpo y mirando otra vez a la ventana y esta vez se ve al molino completo que sostiene una plataforma de tierra y en ella hay una niña cantando con una guitarra.
Hay un contraste entre lo que existe dentro de la torre y lo de afuera, el aire es completamente puro y el sol sale en su esplendor detrás del molino de viento; en cambio dentro el aire parece viciado y contaminado y la gente se ve mal.
Se ve que 2D quisiera estar fuera de la torre del placer, en ese molino donde se ve que no existe la preocupación o la esclavitud, donde se puede ser uno mismo sin necesidad de fingir con máscaras o existiendo por existir.
Al final los dos helicópteros siguen al molino y buscan derribarlo porque no están de acuerdo con esa forma de pensar, y lo que quieren es encerrar a todos dentro de la torre, para esclavizarlos.

Muchas personas así son, no quieren ver a otros crecer, quieren solo el beneficio del dinero o la corrupción y no les importa otra cosa.

En este segundo video lo que quiero que escuchen es la letra, es algo muy parecido a lo anterior. Esta vez habla de temas como el silencio, la indiferencia, la rutina, lo que se vive diariamente sin ser visto.
Nos hemos vuelto tan insensibles a la realidad que la hemos borrado de nuestra mente, y vivimos en un eterno silencio, por más que hablamos nada decimos, por mas que escuchamos nada entendemos, por más que miramos nada vemos, simplemente existimos por existir. Y lo que debería ser obvio a los sentidos se convierte en el enigma mas grande de nuestra historia. Nos han puesto una enorme máscara de hierro en la que solo vemos lo que quieren que veamos, tapando de nuestra vista lo verdaderamente esencial.

La rutina nos ha dejado ciegos y la adoramos como si fuera un dios, incluso le rezamos como si de un dios se tratara. El silencio del que habla esta canción  es como un cáncer que crece y se transmite a todas las personas que toca.
Al final de la canción habla de otro silencio, el silencio profundo que se consigue de la disciplina de la mente y de la verdadera escucha de las personas, y es un silencio que se tiene que aprender porque es muy importante para escuchar a Dios.

Que esto sirva para reflexionar sobre nuestro estado actual

viernes, 8 de marzo de 2013

Viento y roca


¿Se han preguntado que es el progreso? En estos tiempos tan dinámicos se habla demasiado del progreso, pero que es en realidad.
El verdadero progreso no es seguir una ideología ciegamente, ni tratar por todos los medios posibles alcanzar metas y éxitos para sentirnos satisfechos.
El progreso no tiene que ver con aferrarnos a cosas que parezcan novedosas y llenas de brillo. El progreso no se encuentra en seguir lo que la gente va imponiendo conforme se va avanzando en una época determinada, eso es la moda, lo pasajero, lo temporal.
Si uno avanza en un bosque y se equivoca en el camino, el progreso no es seguir inútilmente hasta llegar a donde se termina el camino, o a un precipicio; el progreso es regresar al momento en que se equivocó y desde ahí continuar por el camino correcto.
De igual forma con la vida cuando uno equivoca el camino, lo correcto no es continuar hasta dar de bruces contra el inevitable fracaso, pérdida o dolor generado como consecuencia. Pues de los errores se aprende, eso es inevitable y con el errar se aprende que ese camino genera infelicidad. Qué bueno que se aprende, pero si no, si se sabe con certeza que lo que hace uno para conseguir lo que quiere en su vida es erróneo y continuar como si no lo supiera o no le importara, eso es necedad.
Y más si como sociedad continuamos haciendo lo mismo que nos lleva a la ruina, mismos crímenes, misma corrupción, misma indiferencia, etc. El mismo mal toda la vida, seguir aferrándonos a los valores equivocados, a las personas equivocadas, a las ideologías equivocadas.
El problema es tratar de relativizar éstos valores y decir que no existe nada absoluto, que todo va y viene que en la época tal existieron tales valores y en la cultura tal estos otros. Que la belleza al ser algo tan relativo es considerada así en determinadas culturas y en otras de forma muy distinta.
Existen por cierto valores relativos, como la belleza, la propiedad cultural e intelectual, pero no se quiera cortar todo con la misma navaja; porque se perdería de vista algo fundamental que es la belleza de lo absoluto y todo quedaría reducido a un montón de caprichos sin sentido.
Ahora lo quieren explicar con esto del progreso que el bien y el mal son relativos y que siempre lo han sido y que es un insulto a la sociedad moderna querer imponer valores absolutos al mundo. Cuando la verdad es bien diferente, a quién le gustaría que entraran a su casa y se llevaran algo que consideran valioso; yo creo que a nadie en su sano juicio, pero entonces si le preocupa a la gente que entren a su casa a robar y ponen alarmas no ¿nos dice que algo inscrito dentro de nosotros como personas nos marca a que eso está mal? Que entrar a robar está mal porque cuando nos lo hacen nos desagrada. Entonces porque decimos que todo depende del punto de vista de cada persona, si en realidad sí nos molesta y hasta nos enoja. Que hay de la traición, incluso a la parte beneficiada por la traición, desprecia al traidor.
Esto es algo universal, pues en cada cultura de cada época han hecho leyes que penalicen el robo, el homicidio, y un largo número de crímenes. La idea de progreso no es la que como sociedad vivimos en que nos dedicamos a seguir los parámetros marcados, ni la que cada quién hace el capricho que se le ocurre el momento. El auténtico progreso viene de una vida llevada en base a los verdaderos valores que son absolutos, la verdad, la bondad, la honestidad y el valor más importante quizás: la trascendencia el creer en algo divino, o un poder superior que nos ampara.
De esto último se hablara después en otra entrada, por ahora quedémonos con esta idea del progreso.